El plasma rico en plaquetas (PRP) es un procedimiento autólogo, es decir, que se realiza con sangre extraída en forma indolora del mismo paciente, siendo esta sustancia biológica fabricada por nuestro organismo, libre de químicos y exenta de riesgos.
El plasma rico en plaquetas contiene de 3 a 5 veces más plaquetas, factores de crecimiento y proteínas activas para la curación de tejidos y lesiones.
El PRP es usado para el rejuvenecimiento facial así como en la estimulación del crecimiento del folículo piloso del cuero cabelludo, siendo un arma eficaz para contrarrestar la calvicie y a su vez estimular el crecimiento capilar e las zonas deseadas.
El PRP estimula la producción de colágeno y la migración celular, lo que permite la eliminación de líneas, pliegues y arrugas.
Se extrae sangre del paciente, se coloca en una centrífuga y se centrifuga para separar la sangre de los factores de crecimiento, las plaquetas y las células madre. El resto del plasma rico en plaquetas se inyecta o se microaguja en el área tratada.
Los resultados de la terapia PRP son naturales y sutiles, y pueden durar hasta 2 años.
Además, el PRP es mínimamente invasivo, no tiene riesgo de reacción alérgica y se puede usar para tratar casi cualquier área del cuerpo sin riesgos de efectos secundarios, lo que lo hace ideal para pacientes que no están interesados o no son buenos candidatos para rellenos inyectables.